viernes, 12 de septiembre de 2008

Pequeña Célula...!






Tuve la oportunidad, quizás, de tenerte cerca, aquí, en mis brazos, arrullándote y regalándote canciones de cuna.
Tuve la posibilidad de llamarte por tu nombre y decirte hijo/a y tu, yo tener el privilegio de oírte decir, mamá.
Tuve la opción de que te engendraras, posiblemente, y no interrumpir tu paso en tu morada engendral…

A pesar de que nada era seguro, existía ese quizás, a lo mejor, podrá ser; existías tú…
Después de una tarde de sabanas satinadas, y con la incertidumbre de que probablemente, o porcentualmente, tú, podrías estar.

¿Miedo o valentía? No lo sé, pero si en algún momento llegaste a ser una pequeña célula; no lo sabré jamás, pero desde ya te pido perdón, criatura celestial.

Esas pastillas tentativas, que a las cuales prometí en mi pasado no tomar, me hacían burla por llegar a mi estomago y ser una bomba hormonal.

Nunca deje de pensar en ti, pero mi egocentrismo y el de verme sola, fue más fuerte que mi presente y futuro a tu lado.

Fueron 21 veces que dude de seguir, tocándome, palpándome, y torpemente hablándote, hoy nada es seguro aún no se si llegaste a ser; pero mi mundo nunca más será igual, al saber que posiblemente, porcentualmente o quizá, probablemente, pudiste haberme llamado MAMÁ…

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